En general, tendemos a enfocarnos en los errores de nuestros hijos, pareja y empleados en lugar de sus aciertos. Cuando esto sucede, solemos reprenderlos y esperar que cambien su comportamiento. Sin embargo, la mayoría de las veces, estas mejoras son temporales. Entonces, ¿cómo podemos lograr cambios duraderos y obtener la colaboración de quienes nos rodean en casa y en el trabajo?
Para comenzar, necesitamos fomentar un espíritu de equipo y colaboración en nuestra familia y entre nuestros empleados.
Esto implica dos acciones clave:
- Reconocer y motivar de manera constante a nuestros seres queridos y empleados.
- Desarrollar un estilo de gestión asertiva.
Vamos a explorar esto con un ejemplo que compartió un participante en una de mis clases.
Imagina a alguien que, una noche, conducía solo hacia su casa a altas horas de la madrugada. A pesar de no haber tráfico ni personas alrededor, se detuvo por completo en una señal de alto antes de su casa. Incluso se quitó el cinturón de seguridad antes de salir del coche. Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que una patrulla de policía lo había seguido sin que él lo notara.
El oficial de policía se acercó y le felicitó por su actitud responsable al detenerse completamente en la señal de alto, a pesar de las circunstancias. Este elogio tuvo un impacto positivo en el conductor y lo motivó a seguir deteniéndose correctamente en las señales de alto en el futuro.
Esta historia tuvo un impacto positivo en la clase y demostró el poder de reconocer y elogiar a alguien por hacer algo correctamente. El reconocimiento no solo afectó al conductor, sino que también inspiró a otros a hacer lo mismo.
Así que, ¿cómo puedes aplicar esto en tu vida personal y laboral?
Aquí tienes algunos pasos:
- Busca a alguien que haya hecho algo bien, independientemente de sus responsabilidades o recompensas.
- Acércate y felicítalo.
- Sé específico sobre lo que hizo bien.
- Explica por qué te gustó lo que hizo y cómo te hizo sentir.
- Sé breve en tu elogio.
- Déjale disfrutar del momento.
Practica esto reconociendo y motivando a un empleado o familiar.
Piensa en una situación específica y sé sincero en tus elogios.
El reconocimiento, incluso en una sola ocasión, puede tener un impacto positivo duradero.
Recuerda, elogiar y reconocer constantemente a quienes te rodean puede fortalecer las relaciones y fomentar un ambiente de trabajo y hogar más positivo.
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